OPINION: Daniel Pérez. “El cuento de 14 años”

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En los últimos tiempos hemos escuchado a distintos jerarcas –Legisladores, Ministros e incluso el propio Presidente-, tratar de mostrar todo lo bueno que han hecho y prometen que si siguen en el gobierno, harán muchas más cosas.

Esta es una práctica habitual de quien ejerce el gobierno –ya sea nacional o departamental-, y es lógico que sea así puesto que es el momento en que la ciudadanía evalúa a quien confiará su voto para el próximo período. Sin embargo, existe una particularidad en esta suerte de “rendición de cuentas” que realiza el Frente Amplio a la ciudadanía, el período que se elige para mostrar los logros es cambiante es de los últimos 14 años, lo cual es sin dudas llamativo.

La ciudadanía los eligió en 2005 porque los gobiernos de blancos y colorados no habían dado respuesta a los problemas del país. En 2009 y 2014 la ciudadanía decidió renovar la confianza para que el Frente Amplio dirigiera los destinos del país. Esa confianza que la ciudadanía dio al Frente Amplio, se basaba en los resultados de los gobiernos de Vázquez y Mujica –de este último la ciudadanía se enteró tarde de muchas cosas negativas que ocurrieron- y en función de las promesas que el Frente Amplio hizo durante la campaña electoral.

Es cierto que el presupuesto educativo subió considerablemente entre 2005 y 2014, pero no es menos cierto que desde 2015 a la fecha solo subió un 0,4% del PBI (a razón de 0,08% por año), muy lejos de la vaga promesa de “tender al 6%” para la educación que hizo el Frente Amplio.

La promesa de cambiar el ADN de la educación no sólo fue totalmente incumplida, sino que los resultados son cada vez peores, con tasas de abandono y repetición realmente vergonzosas y donde además los resultados son notoriamente peores para los hijos de las familias más pobres, que para los hijos de las familias más acomodadas. Sí, en el gobierno del Frente Amplio, la educación no reduce la brecha educativa entre ricos y pobres, sino que la aumenta, por lo cual la educación lejos de ser un vehículo de ascenso social, es instrumento que empeora las diferencias por clase social, dando pocas oportunidades a los hijos de los más pobres de mejorar su situación.

Es cierto que se crearon muchos puestos de trabajo desde el 2005 –después de la crisis del 2002 no era difícil mejorar está área-, pero no es menos cierto que en este gobierno se perdieron decenas de miles de puestos de trabajo y como cualquier ciudadano lo puede percibir se siguen perdiendo más cada día, tanto es así que la desocupación alcanzó al 9,5% según el último dato del INE, cifra que no se alcanzaba desde 2007.

En 2014, el Frente Amplio prometió bajar los hurtos y rapiñas en un 30% y la verdad es que no sólo no bajaron, sino que aumentaron notoriamente, el aumento de los hurtos fue del 43% los hurtos y el de las rapiñas del 41% en relación a 2015.

Es cierto que el Frente Amplio bajó el déficit fiscal en el primer gobierno de Vázquez, pero no es menos cierto, que durante el gobierno de Mujica el déficit fiscal aumentó notoriamente y en el actual gobierno volvió a aumentar. En 2015, el gobierno prometió bajar el déficit fiscal del 3,5% del PBI a 2,5 % y sin embargo el déficit fiscal aumentó a 4,5% del PBI, es decir unos 2.200 millones de dólares, a pesar de aumentar el IRPF, incumpliendo así la promesa de no aumentar impuestos.

Por otra parte, si el Frente Amplio quisiera que se lo evaluara por los 14 años de gestión, la evaluación debería ser completa. En ella debería incorporarse el desastre de la gestión en ANCAP, incluido los 800 millones de dólares que se perdieron, el horno que compró y está tirado, las pérdidas anuales de las cementeras, la regasificadora que no existe pero sigue pagando sueldos, las causas de la renuncia y el procesamiento de Sendic, el aumento del combustible y la tarifa de UTE muy por encima de lo razonable, para tratar de reducir el déficit fiscal.

También debería incluirse las irregularidades de ASSE, incluyendo los procesamientos, todo el proceso de cierre de Pluna, incluyendo el intento de crear ALAS U, el remate trucho, con el “caballero de la derecha” incluido, el procesamiento de Placeres y De León, todo el dinero que se perdió en el Fondes apoyando a emprendimientos como Envidrio o Pressur, que no tenían ninguna viabilidad, los negocios con Venezuela, incluido el dinero que aún se no se pagó a la industria lechera, pese a que Vázquez prometió que cobrarían todo.

La pretensión del Frente Amplio de querer rendir cuentas por los 14 años que lleva de gobierno, es en tal sentido invalida porque los gobiernos son electos por 5 años y deben evaluarse por lo que hacen en ese período de tiempo, pero si pretenden que se los evalúe por todo el período, deben incluir no sólo las cosas que hicieron bien, sino también las otras, que no son pocas. En caso contrario lo que se pretende hacer es “el cuento de 14 años” y no una rendición de cuentas que es lo que la ciudadanía merece.

Daniel Pérez – Partido Independiente – Colonia


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