OPINION: Alfredo Martínez. “Reflexiones”

COLUMNA

Este miércoles fue el Día Mundial del Medioambiente. Mensajes, reflexiones pero ¡cuánto que nos tenemos que sincerar!

Este verano que pasó, e incluso adentrado el otoño, vimos cómo las playas uruguayas se llenaban de cianobacterias: en este caso el verdor no fue sinónimo de salud, sino más bien todo lo contrario. En seguida las voces más increíbles salieron al ruedo. ¿Soluciones? ¿Ideas largoplacistas? Pareciera que hasta el verano que viene no importa…y así no es la cosa.

Hay situaciones que a los uruguayos “no nos pasan”: nos atropellan. Pero no es que no se puedan ver con anterioridad, es que quienes deben estar en el tema: o no les interesa o los sobrevuela la desidia.

Cientos de páginas, miles de palabras y una realidad: se firmó un contrato y UPM se instalará. Hay dos voces marcadas: la que dice que perdemos plata y entregamos el patrimonio y la que habla de medioambiente. ¿Cómo congeniamos a ambas? ¿Qué nos importa más? Uruguay no se decide: ¿fuentes de trabajo o riesgos ambientales?: siempre buscando que una cuestión sobreviva a la otra cuando en realidad podrían convivir (con responsabilidad y sin que nadie pierda) si quienes deben regir nuestros destinos fueran lo suficientemente capacitados para contemplar un TODO y no alguna parte (dudo que Finlandia se vuelque de problemas). Las verdaderas decisiones se toman en escritorios donde los ciudadanos –e incluso el parlamento- queda afuera.

Y después está la honestidad con nosotros mismos: UTE envía sus facturas en bolsitas plásticas aclarando que es material biodegradable (¿?), nos obligan por Ley (si no tenemos un “chismoso”) a comprar las bolsas en el Supermercado porque son amigables con el ambiente pero las primeras que aparecieron son brasileras (¿y la industria nacional, que de hecho la hay?), y un sayo para quienes hacemos o estamos en política (salvo excepciones): carteles plásticos de propaganda por todas las columnas. Después nos lamentamos de que la gente descree de la política mientras nos asombran los números en las encuestas de los llamados “Outsiders”.

Sincerarse no es sincericidio: es ser honestos para elegir, para observar, para preguntar, para definitivamente integrarnos entre nosotros y dejar los fanatismos de lado, uniendo y no separando.

Sincerarse es ni más ni menos que apelar al sentido común. Yo creo que somos capaces de mucho, de cambios verdaderos, de una interacción juntos sin que sea una mirada mezquina de “cada chacrita”.

El 30 de junio estarán las cartas sobre la mesa: estarán en el cuarto secreto. Y la obligación no es votar: es el derecho que nos da el voto para elegir. Somos junto a Jorge Larrañaga, la oportunidad del sentido común, de la experiencia en pos de los cambios radicales. Tenemos la oportunidad este 30 de junio. No la pierdas.

Si este 30 de junio no votas, otros eligen por vos.

ALFREDO MARTINEZ – LISTA 32904 – PARTIDO NACIONAL – COLONIA


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