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Hace unos años el Ministerio de Turismo dio luz verde al proyecto “Corredor de los Pájaros Pintados”, un eje turístico que procuraría que los departamentos desde Soriano a Artigas se convirtieran en un destino atrayente. El nombre es lo único que tiene de bueno el paquete generado por el ministerio, el contenido es inexistente.
Colonia no ingresó al proyecto, hasta que el Intendente Carlos Moreira lo aceptara, previo asesoramiento de su Director de Turismo, Andrés Sobrero. Por la ventana y casi rogando, el MINTUR, Congreso de Intendentes mediante, le diría sí a Colonia, que suma lo más atrayente de todo el recorrido.
Entonces Nueva Palmira y Carmelo se integrarían al mentado corredor, aportándole algo al vacío del proyecto.
Ahora está para tratarse en la Junta Departamental el proyecto por el que se aprueba dicha instancia (con el agregado de Conchillas); de ser así, la escalada de errores del gobierno departamental en el área turística alcanzaría su máxima expresión de desconocimiento estratégico en esta área.
Colonia tiene lo que ninguno de los demás de esa alianza puede ofrecer en conjunto, al turismo fuera de la región: naturaleza, historia, raíces migratorias que marcan el perfil peculiar del departamento y patrimonio.
En el turismo que se viene, desde Colonia debe ponderarse su posición como producto, para erigirse en un destino que seduzca a pernoctar en él.
La inoperancia en este complejo y bendito asunto del turismo de parte de las autoridades del gobierno municipal, ha llevado a la incertidumbre casi total. Como de fútbol, todos hablan u opinan y los que es peor, algunos llegan a dirigirlo; esa incapacidad y falta de perspectiva, disimulada por los miles de turistas que venían año a año, fue puesta a prueba por la pandemia y la calificación es cero.
Colonia es un departamento con ventajas para la promoción del turismo, que no es ir a pasear a la FIT de Madrid. Tiene tres puntos de entrada, justamente en cada zona en que dividimos al Departamento. Ruta 1 por el este, Ruta 21 por el norte y el puerto de Colonia. Por cualquiera de ellos se pueden planificar circuitos turísticos que hagan que el turista recorra las zonas y pernocte; que al cabo, eso es un turista.
Por eso, si desde Soriano a Artigas quieren seguir con la farsa, que lo hagan. Esperemos que el Ministerio de Turismo cambie la estrategia de la imposición y la intendencia la de “que lo hagan otros” y no se promueva más el corredor con flecha a contramano.
Ricardo Montenegro
