Se viene llevando adelante una campaña de recolección de firmas promoviendo – junto a diversas organizaciones sociales – un referéndum para derogar 135 artículos de la reciente Ley de Urgente Consideración.
Bajo la consigna “reafirmá tus derechos, reafirmá la democracia” miles de personas en todo el país se adhirieron a esta propuesta. A menos de 2 meses de la finalización de la campaña, se han alcanzado las 455.526 firmas.
El Senador Charles Carrera (MPP) en entrevista con UR30 destacó el “impulso militante” dejando en claro que la propia recolección hablita un paso a la democracia directa. “El firmar es habilitar que funcione la democracia, para que luego se discuta qué Uruguay queremos” dijo.
Por otro lado consideró que “las expresiones del ex Presidente Sanguinetti, es una clara muestra de la preocupación que empieza a generarles el avance del pueblo uruguayo en este tema”
En este entorno y faltando menos de 2 meses para el plazo legal de finalización de recolección de firmas ¿Cómo evalúa la respuesta de la ciudadanía?
Hay que destacar el buen ritmo de la campaña de recolección de firmas que tiene muchas razones que la sustentan, entre las que se destaca -sin dudas- el inmenso impulso militante que se puso al hombro la obtención de las mismas. En una coyuntura difícil, donde se acumulan varios problemas que debe enfrentar la sociedad uruguaya.
La negativa a una prórroga al plazo constitucional de recolección fundado en las dificultades que impuso la crisis sanitaria, generó una rebeldía en muchas personas que quieren un debate sobre asuntos de alta relevancia para el país.
Cuando se acercan al vecino, al proponerle firmar ¿qué temas nota que le preocupan más a la gente respecto al articulado que se quiere derogar?
El firmar ahora es habilitar el recurso de referéndum, es hacer uso de un mecanismo de democracia directa para que se discutan -a fondo- problemas de mucha trascendencia para todos. Se impuso una reforma del Estado en muchas dimensiones (seguridad, educación, empresas públicas, inclusión financiera, reglamentación del derecho de huelga, alquileres, adopciones). No es legítima esa reforma por el contexto de crisis sanitaria que -además- impuso un Estado policial que ha limitado el derecho de reunión, y por consecuencia, la posibilidad de discutir libremente sobre la pertinencia de una norma tan amplia y de tanta trascendencia para la vida de los uruguayos.
El firmar es habilitar que funcione la democracia, para que luego se discuta qué Uruguay queremos; una discusión que quisimos dar en el Parlamento y no pudimos debiendo acotarnos al escueto plazo del mecanismo de urgente consideración. Firmar implica habilitar la discusión que queremos dar, si queremos un país sin empresas públicas, por ejemplo. Para uno, que viene del interior, ese es un ejemplo que dimensiona el alcance de una reforma como esta, ya que sabemos del peso que tienen las empresas públicas a nivel nacional. Cuando hablamos con los vecinos decimos eso, firmar es ejercer un derecho democrático para habilitar la discusión en tiempos normales de problemas tan amplios e importantes.
Mirando Montevideo respecto al interior ¿dónde observa que haya más inquietud por firmar?
A nivel nacional hay una gran patriada desde los militantes, el movimiento social y sindical, en la que nos unimos para lograr el objetivo. Por ejemplo en Colonia, tenemos información que es uno de los lugares que se viene trabajando con mucha fuerza.
El expresidente Sanguinetti realizó declaraciones donde habla de una acción desestabilizadora el hecho de querer derogar parte de la LUC y la misma recolección de firmas en sí misma. ¿Qué opina al respecto?
En lo que refiere a las expresiones del ex Presidente Sanguinetti, es una clara muestra de la preocupación que empieza a generarles el avance del pueblo uruguayo en este tema. Había una consigna acordada de no hablar del tema, y salir ahora a intentar descalificar la campaña es una señal inequívoca del avance que vamos teniendo en la recolección de firmas. Estamos mucho más cerca de conseguir las firmas y eso es lo que les molesta hoy. Es triste que haya todavía personajes políticos que intenten desprestigiar un mecanismo de democracia directa como el que estamos aplicando, y que no escatimen en recurrir al miedo para ello.
Nuevamente apela al miedo como recurso para desestimular a los uruguayos a ejercer su derecho soberano en una instancia de democracia directa como el recurso de referéndum.
