Columna de Opinión
Por ARIEL LAUSAROT – Sec. Gral. Batllistas Colonia – Partido Colorado
La ideología
En un artículo anterior desarrollé lo que pienso sobre la ideología batllista. Sostuve la trascendente presencia del Batllismo en la construcción democrática del país. Y expuse la necesidad de que, hoy, se adapte a las realidades actuales, sin perder sus principales fundamentos. Por eso hablo de un Nuevo Batllismo.
Referí a lo que considero trascendente: la ideología batllista, sus principios básicos y la necesidad imperiosa de adoptar una nueva visión programática, desde una actitud reformista. Remarqué que tenemos que construir un Nuevo Batllismo. Y que lo haremos con los batllistas de siempre, con la fuerza de los jóvenes que se integran y con personas que se van sumando desde otros partidos. Son situaciones reales que nadie puede ni soslayar, ni negar. Son verdades que no pueden ofender, ni molestar, pues el ciudadano libremente escoge. Son hechos de la actual realidad política. Punto y aparte.
La militancia
Referí a una actitud positiva básica: la militancia política. Desde siempre he sido un militante batllista y colorado, y no he tenido ni vaivenes ni oportunismos. He estado en las “buenas”, en las “malas” y en las “no tanto”. Vivo en la realidad cotidiana y no soy un personaje de ciencia ficción.
Me comunico con la gente, camino las calles, recibo opiniones, intercambio con personas de todos los partidos, me llegan noticias, leo, me informo. Porque si algo se nos endilga a quienes hacemos y queremos a la política es que sólo queremos decir cosas, con una retórica sofista que nada tiene que ver con las necesidades de las personas y en mi caso, busco vivir cada día lo que mi sociedad está diciendo, está viviendo, está atravesando. Por eso puedo aseverar ciertas cosas que son verdades. Estoy convencido que la militancia intensa, acrecentará al Partido Colorado. Mi Partido, del que jamás reniego, y al cual jamás abandonaré. Un Partido fundacional. No somos el “furgón de cola” de nadie. Sino que somos (con aciertos y errores) uno de los pilares de la democracia uruguaya. Le pese a quien le pese!!! Aportamos ideas, proyectos, acciones. Tenemos la presencia de análisis pero también de empuje porque si estamos en un tren (como parece ser para ciertas miradas) no somos nosotros los que estamos al costado de la vía poniendo piedras buscando que todo descarrile.
Recorremos, transitamos y caminamos todo el departamento de Colonia, bien cerca de la gente y sus problemas; que no se pueden dimensionar desde las lejanías. Es nuestra tarea militante la que va a darnos respuesta a la única encuesta válida que existe: las de las urnas, después que los ciudadanos voten libre y democráticamente poniendo en valor lo que realmente les da libertad, desarrollo y crecimiento.
La tolerancia
El genuino ejercicio democrático, suma ideología y militancia, y debe contener un ingrediente esencial: la tolerancia. Es uno de los valores que identifican a la política uruguaya.
Pero no todos lamentablemente la tienen. Hay excepciones. Son los que viven creyendo que son propietarios de las únicas ideas válidas. Los que creen que todo el mundo cabe en su propio ombligo. Los que se sienten dueños de la verdad.
El destrato personal, la falta de respeto, la mentira sistemática y el insulto disfrazado, no alientan la construcción de un status democrático sano y confiable. Al contrario. Generan climas adversos, situaciones negativas. Resquebrajan la convivencia política. La mirada corta, las piedras en las vías y el sofismo analítico y escéptico, no caben en este siglo.
Por eso, desde siempre, los que nos conocen saben bien que hacemos política desde nuestras convicciones batllistas, con nuestra inclaudicable militancia y con un espíritu tolerante imperturbable.-
