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¿Qué implica la fusión de dos gigantes bancarios suizos?

Informe

Por Matthew Allen – Swissinfo

Sobre el papel, UBS hizo el negocio de su vida al adquirir a su rival, Credit Suisse, a un precio de ganga: 3 000 millones de francos suizos (3 250 millones de dólares). Sin embargo, su valor se conocerá realmente cuando concluya una fusión bancaria que exige caminar sobre un campo minado por riesgos de tipo legal, regulatorio y financiero.

«No me canso de insistir en la relevancia de esta operación para la historia sectorial y la ingeniería financiera. Pero materializarla conlleva importantes riesgos de ejecución”, afirmó Colm Kelleher, presidente de UBS.

Si la fusión es exitosa, la recompensa puede ser enorme. Pero si fracasa, esto sería catastrófico para Suiza y para el resto del sector financiero global.

Los riesgos
UBS ha identificado diversos temas críticos de cara al futuro: integrar dos sistemas operativos distintos, limpiar internamente la banca de inversión del Credit Suisse, y fusionar al personal, así como dos culturas empresariales.

“Claramente, hay áreas del Credit Suisse que han operado con malas políticas”, dijo Kelleher, “tendremos que pasar a todos por un filtro de cultura empresarial que asegure que no importamos a nuestro ecosistema nada que pudiera causar problemas”.

Otro tema relevante es que, durante la fusión, estará restringida la información a la que tiene acceso UBS sobre los balances del Credit Suisse.

«Mientras no hayamos concluido la fusión, no podremos acceder a toda la información. Debemos poner el máximo cuidado en cumplir la normativa antimonopolio», afirmó Ralph Hamers durante sus últimos días como consejero delegado de UBS, cargo en el que fue relevado por Sergio Ermotti el 5 de abril.

También la interrogación sobre cuánto podrá recuperar UBS de las inversiones indeseables del Credit Suisse en un mercado fragilizado por las quiebras bancarias y los repuntes en los tipos de interés.

Hay muchos aspectos operativos básicos a considerar, según Andreas Ita, exejecutivo de UBS y actual socio director de la consultora de riesgos Orbit36.

«Los dos bancos operan con sistemas informáticos diferentes. La integración en esta área podría tomar años, no trimestres», declaró a SWI swissinfo.ch.

«UBS también heredará los diversos pendientes legales del Credit Suisse”, dijo Ita. Esto incluye las posibles demandas de los dueños de los llamados bonos AT1 que fueron cancelados -perdiendo todo su valor- el día que se firmó la venta.

UBS tiene el desafío adicional de tranquilizar al Banco Nacional Saudí, el principal accionista del Credit Suisse, que invirtió miles de millones de dólares el año pasado para ver cómo se esfumaban súbitamente dados los términos en los que se pactó la transacción.

La política
Le guste o no, UBS está en el corazón de una tormenta política en Suiza.

Por un lado, el gobierno suizo tuvo que otorgarle facultades de emergencia para hacer viable esta venta forzada, dejando de lado a los accionistas y propietarios de bonos del Credit Suisse. Por el otro, le fueron prometidos apoyos por miles millones de francos suizos si incurre en pérdidas a causa del CS.

Sobre los controvertidos bonos que Credit Suisse pagaba a sus directivos, el gobierno helvético ha ordenado congelarlos. El Parlamento celebrará una sesión extraordinaria para debatir el tema, al tiempo que algunas comisiones legislativas investigarán aspectos específicos de la emergencia bancaria.

Muchos políticos están pidiendo que la división de banca minorista del Credit Suisse se convierta en una entidad independiente. Esta posición podría enfrentarlos abiertamente con el banco porque UBS no tiene planes de escisión para Credit Suisse.

En materia de empleo, parece inevitable recortar la actual plantilla de 16 000 trabajadores que tiene Credit Suisse en Suiza. Pero UBS no está en condiciones de precisar cuántas plazas desaparecerán, aunque recibe una gran presión para salvar tantas como sea posible.

¿Qué está por venir?
Los principales centros financieros, como Estados Unidos, Reino Unido o la Unión Europea, han dado su bendición general al acuerdo tras la intervención de las autoridades financieras y gubernamentales suizas.

Ahora es turno de los abogados de discutir los detalles con los reguladores y las autoridades antimonopólicas de los 58 países en donde opera UBS.

UBS afirma que pasarán algunas semanas antes de tener listo un plan de adquisición concreto que pueda presentar públicamente. El Gobierno quiere que el acuerdo esté totalmente cerrado antes de finalizar el 2022.

De acuerdo con Financial Times, UBS ya está intentando desentrañar el complejísimo acuerdo que Credit Suisse tenía para escindir parcialmente su negocio de banca de inversión.

¿Podría ser exitosa la adquisición?
Ambos bancos suizos poseen un largo historial de absorciones entre pares. En 1988, Credit Suisse compró al banco de inversión estadounidense First Boston. Diez años más tarde, UBS nació de la fusión del Union Bank of Switzerland y el Swiss Bank Corporation.

Pero esto sucedió antes de que fueran acuñados términos como “demasiado grande para quebrar” y “banco de importancia global sistémica (GSIB en inglés)” que son posteriores a la crisis financiera de 2007-2008.

«Se trata de la mayor operación financiera desde 2008», dijo Kelleher. «Y yo diría que esta operación es más grande que cualquiera que se haya producido en 2008 porque es la primera vez que se fusionan dos GSIB”.

UBS afirma que la adquisición de Credit Suisse le dará más fuerza en los mercados globales, especialmente en EE.UU., el sudeste asiático y Latinoamérica. Pero sus ejecutivos aceptan que puede haber problemas.

Si la fusión tiene éxito, el megabanco tendrá que seguir funcionando con eficacia y generar beneficios.

Y es imposible calibrar qué tan exitosa puede ser la nueva entidad antes conocer más detalles sobre los elementos de su composición final y estrategia.


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