Elecciones de Monjes negros y un solo carpetazo

OPINION

Columna de opinión

Las campañas electorales tienen sus distintivos. Cuando miramos hacia atrás, rara vez veremos una igual a la otra. En esta oportunidad ha reinado el escenario y la tribuna virtual. De hecho, muchos candidatos, tanto nacionales como departamentales, han sabido utilizar las redes para interactuar con la gente (con fanáticos, adherentes, críticos o indecisos: escenario democrático en su más extensa expresión.)

Sin embargo hubo una característica interesante de observar. Salieron a la cancha infinidad de Monjes negros. ¿Qué son? “Un monje negro es el enviado, el embajador, el mensajero… Requerir a un monje negro, es escarbar y encontrar la aguja en el pajar. Sus características: el pragmatismo, la apertura de oportunidades y el caparazón del poder.”

En lo que hace a la campaña en general, se lo observó en los mensajes, buscando un fin último de “o estar bien” o “retroceder”, o “avanzar hacia adelante” o hundirse. Para decirlo en una sola frase: “si no hacemos esto pasará esto, si no elegís esto vas a volver a sufrir aquello”.

En base a esta realidad estuvieron ausentes los habituales “carpetazos”. ¿Qué son? La forma mediante la cual alguien le “revolea” a otro, sobre la mesa, algo que “no hizo” o que “hizo mal” en el pasado. Son, a forma de reproche, la manera de poner en evidencia al adversario. También es cierto que muchas veces los carpetazos vuelan adentro, entre supuestos correligionarios.

Si miramos atentamente, desde inicios de la campaña antes de las elecciones internas hasta ahora (pasadas las nacionales de primera vuelta) hubo miles y miles de Monjes negros y un solo carpetazo. Fue contundente, balístico, violento y difícil de digerir para la realidad política: el caso Moreira.

Sin ahondar en cuestiones conocidas y sin caer en especulaciones en las cuales los organismos pertinentes están actuando, políticamente fue un carpetazo. ¿Voló desde adentro? ¿Voló mal y el golpe fue tremendo, más allá de lo que se pensó podía llega a ser?¿Quién gana y quién pierde cuando vuela un capetazo?

De este lado, mirando Monjes negros y carpetas voladoras, la sociedad contempla (desde hace meses) cómo el panorama político se mueve, se agita, se excita, transpira, recorre, camina, imprime, canta, come, escucha, escribe, postea, hace selfies, flyers y jingles.

Eso sí: quizá el vecino no sepa de definiciones pero seguramente no simpatiza ni con Monjes ni con Carpetas voladoras.-

Anailen Nassif Gopar – CEO UR30 – anailen@uruguay30.com


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