A pocos días de haber sido proclamado oficialmente como intendente electo de Colonia, Guillermo Rodríguez ya viene delineando los pasos de su futura administración. Con un estilo marcado por la cautela y el diálogo pero la reserva pública, el dirigente del Partido Nacional ya mueve las piezas de un tablero político que promete ser dinámico y exigente.
Rodríguez no es ajeno a la gestión departamental: se desempeñó como secretario general de la Intendencia durante los gobiernos de Carlos Moreira, lo que le otorga conocimiento profundo del funcionamiento institucional y de los desafíos que enfrenta el departamento.
Aunque la danza de nombres para el próximo equipo de gobierno comenzó apenas se conocieron los resultados, Rodríguez ha optado por no apurar definiciones. Su gabinete no será oficializado hasta el próximo 7 de julio, fecha en la que se espera anuncie a quienes lo acompañarán en su gestión. Mientras tanto, mantiene encuentros claves que podrían definir el perfil político y técnico de su equipo.
En ese contexto, la pasada semana tuvo lugar una primera reunión entre Rodríguez y María de Lima, dirigente de la Lista 2812 y figura del nacionalismo coloniense, quien resultó segunda en votos dentro del lema Partido Nacional. Si bien no trascendieron detalles del encuentro, se trató de un gesto político de relevancia: un acercamiento que apunta a tender puentes hacia la próxima administración.
Según fuentes cercanas a los dirigentes nacionalistas, un segundo encuentro entre ambos referentes podría concretarse esta misma semana y, con él, definiciones más concretas sobre los roles que asumirán los distintos sectores dentro del próximo gabinete.
Con un respaldo importante de la ciudadanía y el desafío de suceder a Carlos Moreira, Rodríguez inicia esta etapa con un discurso de apertura, equilibrio y responsabilidad. Mientras se prepara para asumir formalmente el cargo en julio, todo indica que su impronta será la de un líder que escucha antes de actuar.
